Vida Vegetariana

26 agosto 2006

Panaceas del siglo XX (y algo más adelante)

Hoy me gustaría publicar algo sobre este tema, que me está rondando la cabeza desde hace algún tiempo: las “panaceas”, los “alimentos o soluciones milagrosas” que las productoras correspondientes se han encargado de meternos convenientemente en el cerebro. Algunas de estas panaceas rezan en los libros de texto de nuestros escolares (sic), cosa que ya comentaré con más detalle. De todos es sabido que los milagros, como tales... bueno, cuando menos, son bastante cuestionables. Si además, alguien te dice que con una infusión o una crema vas a curar tu cáncer de hígado, puedes pensar desde en charlatanería hasta en esquizofrenia, pasando por una variedad de adjetivos. En este país (en otros ocurre parecido) tenemos la mala costumbre de convertir todo lo bueno en etéreo, en maravilloso, en insustituible y si me apuráis en milagroso. Si alguien descubre una determinada capacidad en un producto, alimento, lo que sea, la industria se encarga de tomar buena nota. ¿alguno de vosotros es capaz, hoy por hoy, de abrir una revista, periódico, sitio web o similar, relacionado con la alimentación, que no hable de la fibra? Lo normal y lo natural es que todo lo que existe en estado natural lleve su parte de fibra. Lo sintético es refinar el producto para eliminarla. Caso que se ve en el arroz, en la harina, en ... Y entonces llega el momento de hacernos las preguntas: si la harina tiene que pasar un proceso para refinarse y se necesita más cantidad para ello al desechar una parte, ¿porqué la industria nos cobra el triple por la misma harina que no ha tenido ni tan siquiera que ser tratada y se aprovecha en su totalidad? De ahí parte mi preocupación por estos temas, mi denuncia pública hacia los que, anunciando sus “panaceas” de forma que nos crean la necesidad de usarlas, consumirlas, etc. hacen su agosto gracias a que nos lo tragamos todo. La soja Hoy, todo tiende a hacerse con soja. Cierto que yo mismo consumo soja, que es más saludable, que tal y tal y tal... ¿justifica esto que se pague el doble por un yogur que se elabore con extracto de soja? ¿Es quizá un champú con soja más efectivo que uno, por ejemplo, con huevo, con perejil o con guaraná? La industria ha conseguido encontrar un artículo del cual sacar tajada. Y nosotros, que estamos continuamente ansiosos por que nos metan entre ceja y ceja estos productos, pagamos religiosamente por ese yogur, por ese champú, por las pizzas que se elaboran con el aceite de soja o incluso por el propio aceite de soja. La soja también tiene sus detractores. Yo, personalmente, he podido constatar que el consumo elevado de soja consigue “deshacer” el estómago. A pesar de ser relativamente bien digerible, en una cantidad mayor de lo normal puede hacer daño en estómagos sensibles. ¿Creéis vosotros que la soja previene de ciertos tipos de cáncer? Todos los días lo oímos. Yo, personalmente, no lo creo. Quizá una alimentación correcta, con un consumo de soja adecuado, lo consiga. Pero comiendo lo que comemos a diario, quizá lo natural es terminar con cáncer. Los tóxicos entran a nuestro cuerpo sin pedir permiso incluidos en los yogures, leche, en los productos afectados por fertilizantes, en la carne animal, que aparte de sus tóxicos particulares incluye hormonas, en las frutas atacadas por los insecticidas, etc. Las comidas preparadas no creo que sea necesario nombrarlas. El glutamato, los conservantes, colorantes (para qué?) , espesantes (para qué?), etc. están tan en nuestra vida como el ministerio de Hacienda. La soja es un alimento maravilloso. Como la fruta, como los alimentos integrales, como mil cosas más. Consumámosla como corresponde, en su justa medida y sin que nadie nos meta en la cabeza que si la consumimos no nos crecerá la tercera oreja. Nadie debe basar su dieta en la soja en sí, pero no sólo en la soja. En ningún alimento, quizá con la única excepción de las frutas, que ellas sí que no nos procurarán ningún daño, casi sea cual sea nuestra condición. La leche ¿Creíais que iba a “criticar” a la soja y a su montaje industrial y comercial y la leche iba a quedar de rositas? Permitirme que me ría, jeje. La leche es otra de las grandes panaceas de nuestro siglo, y quizá somos lo suficientemente imbéciles (para los más susceptibles, sorry) como para haber construido nuestras vidas alrededor de ella. Nadie suele hablar de su influencia en el aumento de colesterol, poca gente habla de la lactosa y la galactosa, menos gente aún habla de mucosidades y casi nadie de las investigaciones que empiezan a arrojar resultados en otros campos... En los libros de texto, en las recetas de los nutrólogos, en todas partes se nos enseña desde nuestra tierna infancia que la leche es insustituible. Permitirme que me ría de nuevo. Permitirme que le diga a más de uno que no pienso padecer osteoporosis. Y permitirme decirle a más de un mafioso fabricante que lo que hace con nosotros es reirse en nuestra propia jeta y robarnos nuestro dinero con lo que en muchas ocasiones es llamado leche y realmente es un sucedáneo al que se añade agua. Lo de los añadidos ya es de risa. A pesar de que normalmente no podemos asimilar la totalidad del calcio que hay en la leche de forma natural, los fabricantes la enriquecen con fosfato tricálcico (calcio) que, por supuesto, tampoco vamos a asimilar y nos cobran el triple por el mismo producto. ¿Chollo, no? Ni que decir tiene que desgrasar la leche la encarece... a pesar de que el fabricante luego aprovecha la grasa retirada para joder algún que otro producto con una grasa tan poco saludable. Y si nos metemos en los productos reconstituidos (leche en polvo), quizá nos entre algo más de risa. Mejor dejarlo. Ya puestos a permitir, permitirme también que les diga a los fabricantes porqué narices añaden leche a los cacaos de los niños, a los chocolates, a los productos de merienda, a ... ¿quién se lo ha pedido? Me indigno cuando quiero buscar productos en el super y cuando leo en la etiqueta: “contiene trazas de leche”, o “enriquecido con leche” o “contiene lactosa”. ¿Enriquecido con leche? Os remito a mi última publicación, donde creo que podréis leer algo más sobre la misma. Somos el único mamífero sobre la tierra que sigue consumiendo leche durante toda su vida. Perdón, sois. Yo hace mucho tiempo que ya no la consumo. El Aloe Vera Yo soy canario. Desde chiquitín, crecí rodeado de plantas de Aloe. Jugaba con ellas, y ya desde pequeño era consciente de que era buena para alguna pequeña quemadura, golpes, etc. En Canarias las hay por todos lados. Se ven en parterres, en jardines, en sitios públicos, en barrancos, en el campo, en la capital, en fin... son parte del paisaje. Las plantaciones más grandes se dan aquí. Tengo que decir, en defensa de esta planta, que he visto cosas increíbles. He visto recuperaciones estomacales, ayudas a tratamientos anti-cáncer en Cuba, etc. Cierto es que sus innumerables cualidades dan tanto juego que ayudan a que se catalogue al aloe como casi “divino”. Pero desde hace unos años, las cosas han cambiado para esta humilde planta. Desde que se descubrieron algunas de sus propiedades y fueron expuestas a la industria... para qué contaros. Tienen aloe los yogures, los productos de belleza, las toallitas, los productos de limpieza, incluso algunos jabones. Creo haber visto entre otras cosas papel p’al culo impregnado de aloe. Eso sí, tiene que dejártelo como una rosa, pero... Otra panacea. ¡Ay, Dios!, ¿cuál será la próxima? Quizá, sin dejar de hablar del aloe, en unos años veamos a los pobres alopécicos dándonos unas frieguitas de aloe a precio de oro líquido. Los próximos candidatos La espirulina, el guaraná, el aceite de oliva, algunas algas, mil productos más son firmes candidatos a pertenecer a la élite de las panaceas del siglo XX y XXI. Algunos de estos productos se venden al peso más caros que el oro. A algunos se les ha catalogado como anticancerígenos y de otras formas estrafalarias. En breve, incluso ya se aprecian muestras de lo que digo, veremos productos que llevarán en sus composiciones a estos candidatos. Champús o geles “enriquecidos” con aceite de oliva, con guaraná., con algas, etc. La industria se encargará convenientemente de sablearnos por productos que no han visto ni remotamente a estos candidatos. Tengo en casa un champú “con extracto de menta” que vaya usted a saber si procede de una hoja real de menta o de una foto a todo color... En resumidas cuentas, tendemos a poner en pedestales a todo lo que se menea y que nos meten entre ceja y ceja, mientras que a diario despreciamos lo realmente saludable, lo que siempre alimentó y permitió una larga vida libre de enfermedades a la humanidad cuando la medicina y estas panaceas no existían: despreciamos relativamente el consumo de frutas en beneficio del consumo de la leche. Despreciamos el consumo de lo integral en beneficio de lo refinado. Despreciamos el uso de productos básicos en beneficio de productos elaborados a base de subproductos. Y así largamente. Olvidemos las panaceas. Quizá el secreto de una vida más equilibrada se encuentra precisamente en el equilibrio y en la mesura de las cosas. Salud a todos!

4 Comentarios:

  • Hola:
    La harina el arroz ya hace tiempo que lo pensaba, mas fácil mas caro?
    Lo que dices sobre los colorantes y los espesantes estoy harta de mirar las etiquetas de los productos y encontrarme un montón de eso. La leche ¡¡¡NO PORFAVOR!!! Es súper indigesta en el estomago con los jugos gástricos se hace como una pelota, y para colmo el pan de molde también tiene trazas. La soja todos los excesos son malos hasta el agua. El aloe vera pues bien cuando en la tele salio uno de esos que te habla sobre plantas y enseñó un cactus de esos a una señora de por aquí no se le ocurrió mas que como le parecía que tenia uno en casa, no hizo mas que cortarle un trozo y untárselo por la cara ¿que le pasó? que los órganos internos se le empezaron a parar y corriendo la ambulancia, pero se salvo y ahora es adicta a la maquina de diálisis, para que vallan haciendo propaganda y la gente que somos tan cazurras que nos lo creemos todo. Con el aceite de oliva mi abuela hacia el jabón, Ahora nos venden el jabón de Marsella en suavizantes, jabón para el suelo, para la lavadora, la lejía, y para poner en el inodoro. Que barbaridad bueno no me enrollo más. Chao besos.
    Eva

    Por Anonymous Anónimo, a las 8:37 a. m.  

  • Desde hace unas semanas solo tomo soja, cuyo sabor no me gustaba al principio pero ahora sí y ahora que dices que te destroza el estómago ya no sé qué tomar uy uy

    Por Anonymous Anónimo, a las 8:11 a. m.  

  • Relacionado con este tema tenemos también a los alimentos transgénicos. Algunos están muy interesados en habituarnos a la soja, mirad por ejemplo esto:

    http://www.voltairenet.org/article124356.html

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=5106

    Hay que tener cuidado con lo que uno cultiva en el huerto, puede convertirte en un "pirata" sin que tú lo sepas.

    Por Anonymous Anónimo, a las 8:53 p. m.  

  • si el tipico producto que dice, enriquecido con x, y luego buscas esa sustancia y averiguas que necesitarias comer 100 unidades del producto para que lo que lleva enriquecido te haga algo.

    LA SOJA

    llevaba consumiendo mucha cantidad de leche de vaca, y llevo sufriendo una alergia unos años (POLEN)y desde que he dejado la leche por la soja respiro mucho mejor.
    Pero ahora la soja me produce aires en el estomago, y ligereza a la hora de ir al baño.
    pues habra que elegir lo menos malo
    yo elijo la soja.

    Por Anonymous Anónimo, a las 10:05 a. m.  

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